Vaca Muerta cerró su mes más flojo del año en fracturas: menos gas y planes ya cumplidos - Dinamicarg

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Noviembre marcó una caída mensual del 12,7 por ciento. Aun así, el acumulado mantiene un crecimiento interanual de casi 24 por ciento y consolida un año récord. El gas volvió a quedar relegado y apenas tres operadoras completaron pozos en esa ventana.

En noviembre, las operadoras completaron 1.762 etapas de fractura en Vaca Muerta, lo que representó no solo una baja del 12,77 por ciento respecto de octubre, sino también el nivel más bajo de todo el año, según el informe mensual elaborado por Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage para la Fundación Contactos Energéticos.

El registro apenas quedó por debajo de enero —cuando se ejecutaron solo seis etapas más—, pero el dato relevante estuvo en la composición: el segmento del gas prácticamente desapareció de la actividad.

A pesar de la desaceleración del último bimestre, el acumulado anual sigue siendo excepcional. Con datos de enero a noviembre, Vaca Muerta alcanzó 22.045 etapas de fractura, un volumen 23,75 por ciento superior al total de 2024 (17.814).

En el último mes solo tres empresas realizaron fracturas destinadas a pozos gasíferos: Pampa Energía, Pluspetrol y Tecpetrol. En dos de esos casos, incluso, la perforación se apoyó en yacimientos de gas húmedo, lo que implica que también aportarán crudo.

Este comportamiento no sorprende dentro del ciclo operativo de la industria. Las compañías suelen esperar el inicio del año siguiente para preparar los pozos que necesitarán gas natural en invierno.

A eso se sumó otro factor significativo: muchas operadoras ya habían completado sus planes de trabajo anuales y desaceleraron la actividad durante el tramo final del años.
El shale oil marca la cancha

En el ranking de actividad del mes, YPF volvió a ocupar el primer lugar con comodidad. La compañía nacional concentró el 53 por ciento de todas las fracturas del mes, con 934 etapas, sosteniendo así el peso estructural que tiene en el desarrollo de la cuenca neuquina.

Detrás quedó Vista Energy, que completó 201 etapas en su bloque insignia, Bajada del Palo Oeste, un activo que la compañía de Miguel Galuccio transformó en un laboratorio de productividad para el shale argentino.

El tercer lugar fue para Pampa Energía, con 196 etapas, seguida por Tecpetrol (177) y Pluspetrol (172). El listado se cierra con dos jugadores de menor escala pero constantes: Chevron con 82 etapas y Phoenix Global Resources con 31.

La foto del mes confirma una tendencia sostenida: el 85 por ciento de las fracturas realizadas en 2025 se orientaron a pozos petroleros, consolidando la predominancia del shale oil frente a un segmento gasífero que atraviesa un escenario complejo.

Con precios fuera del Plan Gas.Ar que llegaron a ubicarse en valores marginales —“apenas centavos de dólar”, según describen en el sector—, la ventana del gas perdió atractivo económico en plena temporada de baja demanda.
Un año intenso para Vaca Muerta: picos, correcciones y récords

La brecha entre meses de alta y baja actividad ilustra la volatilidad operativa del shale neuquino. Entre mayo, con 2.588 fracturas, y noviembre, la actividad cayó 31 por ciento, equivalente a 826 etapas menos.

Detrás de esa disparidad aparecen factores múltiples: rotación de equipos de completación, reprogramaciones internas, decisiones de inversión ligadas a ventanas de producción estacionales y la disponibilidad de infraestructura midstream.
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Todo indica que 2025 se encamina a cerrar como un año récord de fracturas, aun con la corrección marcada desde octubre.

A pesar de la desaceleración del último bimestre, el acumulado anual sigue siendo excepcional. Con datos de enero a noviembre, Vaca Muerta alcanzó 22.045 etapas de fractura, un volumen 23,75 por ciento superior al total de 2024 (17.814).

En términos de tendencia, el promedio mensual supera las 1.900 fracturas, impulsado por el ritmo de los primeros seis meses y por el afianzamiento del shale oil como motor productivo de la cuenca.
Qué puede esperarse para el cierre de 2025 y la entrada a 2026

Aunque diciembre aún no tiene datos consolidados, las compañías anticipan un nivel de actividad similar al de octubre o noviembre. Influye la estacionalidad típica del cierre de año y la coincidencia de paradas programadas en varias plantas y bloques.

Todo indica que 2025 se encamina a cerrar como un año récord, aun con la corrección marcada desde octubre.

La clave estará en cómo se recompone la actividad gasífera en el arranque de 2026, un punto que dependerá de tres variables: la evolución de los precios internacionales, la disponibilidad de equipos de completación, y la ampliación de los sistemas de transporte, especialmente los proyectos que permitirán evacuar más producción hacia centros de consumo y exportación.

En este marco, la industria mira el próximo año con una mezcla de prudencia y expectativa. Si el midstream acompaña y los precios recuperan terreno, Vaca Muerta podría retomar una senda de expansión sostenida.

Si no, podría asentarse en un ritmo estable —más moderado pero igualmente alto— que continúe consolidando al shale neuquino como columna central del abastecimiento energético del país.