Restringen el expendio de GNC con transporte firme en algunas localidades y crece la preocupación entre los estacioneros

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La fuerte ola de frío polar que azota a Salta, con temperaturas bajo cero y nevadas en diversas localidades, obligó a suspender la venta de GNC en más de 40 estaciones de servicio de la capital provincial y el Valle de Lerma. La medida fue comunicada de forma telefónica por parte de la distribuidora Naturgy, sin precisar hasta cuándo se extenderá la restricción.

La suspensión alcanza a todas las bocas de expendio de GNC de la zona, las cuales en su totalidad cuentan con contratos de transporte firme, una modalidad que en teoría garantiza el abastecimiento continuo aún en situaciones de emergencia o alta demanda. Sin embargo, la falta de capacidad en los gasoductos de la región expuso una vez más las debilidades estructurales del sistema.
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Desde el sector estacionero manifestaron su profunda preocupación por el impacto económico que genera esta interrupción. “La medida pone en riesgo la sustentabilidad de nuestras estaciones. Debemos mantener abiertas las instalaciones, con personal y costos operativos, pero sin poder vender un solo metro cúbico de gas”, señalaron los operadores, quienes además cuestionaron la falta de previsión e inversión en la infraestructura de transporte de gas natural.

Si bien desde Naturgy reconocieron haber realizado tareas de mantenimiento recientemente, los empresarios aseguran que las mejoras no alcanzan para cubrir la creciente demanda energética que se dispara en los meses más fríos del año. “Necesitamos una ampliación real de capacidad. No se puede seguir operando al límite todos los inviernos”, advirtieron.

El objetivo de la medida adoptada es priorizar el abastecimiento domiciliario y garantizar el suministro a hospitales, escuelas, comedores comunitarios y otros servicios esenciales que dependen del gas para calefaccionarse y operar en condiciones mínimas de confort y seguridad.

En ese sentido, desde ENARGAS explicaron que en contextos de emergencia climática se activan protocolos de redistribución del recurso que, en casos extremos, pueden implicar cortes temporales en sectores no prioritarios como el GNC. Sin embargo, no se brindó una estimación concreta sobre la duración de la medida, lo que genera aún más incertidumbre en el sector.

“El problema no es la emergencia, sino la falta de respuesta estructural. Todos los años se repite el mismo escenario: el sistema colapsa ante las bajas temperaturas y los únicos perjudicados somos siempre los mismos”, se quejó el titular de una Estación de Servicio del área metropolitana salteña.
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En términos prácticos, la restricción afecta directamente la operación diaria de decenas de estaciones que dependen del GNC como su principal fuente de ingresos. Además, impacta en los usuarios de vehículos a gas, que ante la imposibilidad de abastecerse, deben recurrir a combustibles líquidos, muchas veces con un costo más elevado.

Mientras tanto, desde el sector advierten que la medida no solo representa una pérdida económica inmediata, sino también un golpe a la confianza del consumidor. “Cuando se corta el suministro sin aviso y sin justificación clara, el usuario pierde previsibilidad y considera otras opciones. Es un daño difícil de revertir”, concluyeron.