Mendoza Post 01-07-2025 La ola polar que afecta a buena parte del país empujó el sistema gasífero argentino a un punto crítico. Según publicó Forbes, el Enargas tomó una decisión de urgencia: interrumpir el suministro de gas a industrias y estaciones de servicio de GNC para garantizar el abastecimiento de los hogares.

Pero el frío no fue el único factor. La situación se vio agravada por fallas técnicas en varias plantas de Vaca Muerta, entre ellas La Calera (operada por Pluspetrol) y Aguada Pichana Este (de TotalEnergies), que redujeron drásticamente su inyección de gas. El volumen afectado llegó a los 18 millones de metros cúbicos diarios, una cifra que obligó a accionar de inmediato.

"Varias plantas de distintas operadoras se pararon por seguridad. Estamos revisando todo para retomar la producción lo antes posible", confió una fuente del sector a Forbes Argentina.

Hasta el inicio de esta crisis, el sistema había resistido gracias a un delicado equilibrio: importaciones de GNL por 18 MMm³ diarios, más de 3 MMm³ provenientes de Bolivia y un line pack -el gas acumulado en los gasoductos- que venía funcionando como colchón. Sin embargo, la demanda prioritaria escaló a 90 MMm³/día, un 50 por ciento por encima del promedio de junio de 2024, y eso rompió todos los esquemas.

El line pack está diseñado para brindar margen de maniobra ante días críticos, pero tiene un límite físico. Y hoy está en descenso, con el riesgo de que se agoten las reservas necesarias para sostener el flujo constante del gas.

El panorama climático no ayuda: aunque se esperan ligeros ascensos de temperatura hacia el jueves, el frío intenso continuará, y con él, las presiones sobre el sistema.

Para mitigar el impacto, se prevé la llegada de un nuevo buque de GNL a la terminal de Escobar este martes, lo que permitirá reforzar las inyecciones en el sistema.

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La situación es una alerta seria sobre las vulnerabilidades estructurales del sistema energético argentino en contextos extremos. La combinación de demanda récord, fallas técnicas y escasa capacidad de respuesta inmediata dejó al descubierto los límites del sistema y genera preocupación en la industria y el gobierno.